
El Aeropuerto de Gran Canaria y el fondo inglés que no cede la propiedad
TCI escribió, como quien lanza una piedra que no se ve, una carta al presidente de Aena, Maurici Lucena, exigiendo lo que a ellos les parecía obvio: que nadie, ninguna comunidad autónoma, ninguna voz local, tratara de tocar la centralización de los aeropuertos